¿Y Tú de Quién Eres?



“Tenemos que entender a las personas antes de educar a los alumnos”. Esta fue la frase que planteamos una compañera de clase y yo después de leer la décima entrada de El libro blanco de la profesión docente y su entorno escolar, titulado “Los departamentos de orientación”. Es curioso cómo me tocó este apartado después de la reflexión que planteé en mi última entrada de en este blog, donde hablo de la importancia de tener varios caminos por delante y de tener a alguien que te pueda guiar un poco y decirte que a lo mejor no te conviene ese camino. Esto es increíblemente importante.

Debo admitir que durante mi paso por Bachillerato en ningún momento me reuní con mi tutora, de hecho no me acuerdo bien de quién fue. Puede que pienses que soy un descuidado, que fue mi culpa, que no supe aprovecharme de la ayuda se me prestaba, etc. Pero no, la razón por la que no me reuní es porque no sabía para qué era la figura del tutor. Nunca se explicó, solo se mencionó el primer día de clase. “Hola a todos, soy la señora X , vuestra profesora de la asignatura Y y vuestra tutora”.  Frente a esta frase, la clase en conjunto y yo incluido asentimos con la cabeza, pero no con la mente.

La figura del tutor al igual que la del orientador se convirtieron en sombras, figuras que veías por el rabillo del ojo, pero no estabas seguro de si existían o no. Se convertían en criaturas fantásticas, totalmente separadas de los demás profesores que tenías. No se conocía por qué existían. Esta distinción entre profesor y tutor es lo que no entendía, aún en el presente. Sé que sería difícil pedir que todos los profesores fueran, en parte, orientadores, incluso quizá haya profesores que se negasen a la idea de ser algo más que un casete de contenido, pero en mi opinión no es sino otra faceta del profesor que debería existir y se debería implementar. No somos simplemente páginas de una enciclopedia con notas a pie de página, somos personas que hemos pasado por los mismo o parecido a nuestros alumnos. Nuestros alumnos son y serán ante todo personas funcionales dentro de la sociedad. Por eso el lema siguiente: “tenemos que entender a las personas antes de educar a los alumnos”.


Como profesores, debemos ser más que el conjunto del contenido que impartimos. Deberíamos intentar conseguir por todos los medios a nuestro alcance que el Departamento de Orientación Pedagógica se convirtiera en sinónimo de Centro Educativo, no solamente en una parte de él.


P.d. Dejo aquí enlace a una canción que tiene que ver con entenderse como persona antes que nada más. 

Comments

  1. Yo soy de Daddy, de devisitar Croacia, de Kas Naranja, de creer en el FEYT'S a veces, de ser feliz y de entenderse a uno mismo para intentar entender a los demás 😉

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  2. Es una pena que haya profesores que no aprovechen la oportunidad de ser tutores y convertirse en algo más que un lorito de repetición que suelta los conocimientos en clase esperando que alguien los recoja del suelo. Aunque supongo que estas experiencias también hay que conocerlas para saber qué es lo que no hay que hacer, ¿no?

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  3. El problema es que muchos profesores entienden la posición de tutor como una carga, al menos bajo mi experiencia he tenido muchos tutores que no ejercían como tal.
    A lo largo de los años he tenido muchas horas de tutorías donde nos centrábamos en resolver dudas de la asignatura que impartían o para aprovechar y hacer un examen y así no perder una hora de su asignatura. Es una triste realidad que está en nuestras manos cambiar, tutores que sólo saben actuar como profesores de su asignatura.

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